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Hiedra
La hiedra parece una planta muy ordinaria de la que no se habla siempre positivamente. Pero la presencia de esta planta en Europa es muy particular. De hecho, esta planta es uno de esos raros casos de plantas que conocen una fase de “juventud” y una fase “adulta”. Pero si usted la corta a tiempo, conservará su eterna juventud. La hiedra conservará así sus propias cualidades que pueden variar por variedad cultivada. Cuando las ramas no encuentran soporte donde agarrarse, se produce un fenómeno particular: la planta se transforma físicamente, forma retoños laterales que se desarrollan como sobre un arbusto. Además de estas particulares características, todavía hay más razones que incitan a escoger la hiedra: esta planta siempre verde y muy fácil de conservar, es poco exigente sobre el suelo, aunque aprecia ciertos nutrimentos y unos suelos poco ácidos. Además, soporta tanto el sol como la sombra o la semisombra, aunque prefiere éstas últimas. Todo el mundo conoce bien la hiedra común de los bosques con su bello follaje oscuro y reluciente de forma triangular. Sin embargo, existen cantidad de variedades que difieren en forma y tamaño de su follaje. Para cada lugar, hay siempre una variedad cultivada que seguro se acerca a tu gusto.
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