El salón es uno de los lugares en los que más tiempo de nuestra vida pasamos, descansando, pasando tiempo con los nuetros, viendo la tele o incluso comiendo. Por eso no es baladí hacer de él un lugar más agradable, y eso lo conseguiremos con plantas. Gracias a ellas, podemos sentir que la primavera y el verano no abandonan nuestra casa durante los meses fríos, un trozo de frescura, además de un elemento decorativo estupendo.
Como acostumbra a ser una de las estancias más amplias de la casa, si no la que más, no acostumbra a haber problemas de espacio para acomodar plantas, y aunque sea pequeño, siempre habrá variedades de plantas que se adapten al espacio dispobile. Por ejemplo, podemos aprovechar el espacio colocándolas allí donde sea complicado meter un mueble. Así, de un plumazo cubriremos el hueco y daremos un toque de elegancia a un hueco que quedaría feo. Otra opción interesante es la de separar ambientes (comedor y salita de estar, verbigracia).
Puntos clave para colocar plantas
Es recomendable poseer en el salón tres puntos verdes: uno situado en el suelo, otro en la parte central (en una mesa) y el tercero en repisas, muebles auxiliares o sobre la chimenea o mueble principal, todos del mismo estilo, ya sean macetas iguales o diferentes. Para un salón ideal, aconsejamos adecuar el tamaño de las plantas al de la habitación, sin sobrecargar, podemos leer en sofasesquineros.com. Un espacio muy abigarrado anularía cualquier efecto positivo que pretendamos darle al salón.
Por su parte, las plantas grandes deben ir en las macetas correspondientes y en el suelo, dejando así las alturas y las mesas para los vegetales más pequeños.
Macetas, un accesorio importante
Las macetas son el gran objeto decorativo que distingue un salón con plantas elegante de uno normal y corriente. Es preciso hacer un esfuerzo por buscar floreros y macetas que compaginen con el estilo general del salón, a fin de encontrar un entendimiento cósmico entre todos los elementos. Últimamente están de moda las macetas grandes, cuadradas, cilíndricas o rectangulares y de colores lisos, especialmente indicadas para los pisos modernos; una alternativa son los macetones de líneas con cubos de zinc oxidado y cemento.
En caso de que tengamos una casa de campo o de ambiente rural, nos inclinaremos por la maceta de terracota. Si nos lo podemos permitir, no es mala idea recurrir a un interiorista que nos aconseje. Podemos variar las alturas, los colores y los tamaños de las plantas con el objetivo de obtener un todo armónico en el conjunto del salón, buscando formas geométricas que casen con el tipo de planta.
Salones con poca luz y temperatura baja
En salones con poca luz y temperatura baja, las mejor especie es la hiedra que cuelga en macetas desde una estantería, aunque también se adaptan bien la cinta, el helecho o la sansiviera. Si la sala tiene algo más de luz y calor (más de 18 grados de media) encajarán la dieffembaquia, la kentia o la zamioculca, todas para posar en el suelo (fuente: trendencias.com).
En salones con temperaturas moderadas y mucha luz cabe inclinarse por un crotón, ya sea en maceta a ras de suelo o sobre una estantería, donde estarán a gusto. Si disponemos de un salón caluroso y en el que pegue bien el sol, es tendencia la areca, que destaca por sus grandes hojas como de palmera, colocadas en macetones de colores risos (antracita, blanco, púrpura, rojo), que aportan una distinción indiscutible. Otra variedad que triunfa en compañía es la euphorbia ramificada.